Ya han pasado diez años desde el nacimiento de esta franquicia, compuesta por títulos de una calidad suprema que alcanzan siempre notas increíbles en los medios especializados. Sin Bungie al mando de la nave, Microsoft ha apostado por 343 Industries para iniciar una nueva era en esta marca. Este pistoletazo de salida lo dan el remake de Halo: Combat Evolved en alta definición y la llegada de esta cuarta entrega, tan misteriosa como hypeante.
La trama de esta cuarta entrega no es cuestión baladí, ya que no se trata de un lanzamiento cualquiera. Se trata del nacimiento de una nueva saga, de la nueva trilogía de Halo que inaugura historia, enemigos y campo de batalla. Se trata de una secuela, eso sí, ya que el punto de partida de esta nueva aventura intergaláctica será justo el último frame de Halo 3. ¿Qué supone esto? Además de que es recomendable haber jugado a éste (aunque su calidad justifica en sí mismo el jugarlo), todo lo que se explique en el siguiente párrafo es un spoiler de gran envergadura, también para quien lo haya jugado sin esperar al final de los créditos…
Quienes sí que tuvieran la paciencia de esperar al final real de Halo 3, descubrieron que el Jefe Maestro no estaba muerto, tal y como parecía en las anteriores escenas (un entierro es indicativo suficiente de ello). Él y Cortana se encontraban a la deriva por el espacio, en una nave medio destruida y sin saber exactamente donde se encontraban. Sin más opción que la espera, el protagonista de Halo iniciaba una hibernación forzada hasta que su escudera virtual le avisara de novedades.
Con esas novedades se inicia Halo 4. Al parecer, la nave ya llega a alguna parte, y Cortana despierta al Jefe Maestro de su sueño. Pero no es un despertar feliz para el pobre soldado John, ya que descubrirá que los Covenant no son el único peligro en la galaxia. Una vez eliminada la amenaza de El Pacto, que pretendía activar Halo para eliminar cualquier rastro de vida humana, llega un enemigo más poderoso y antiguo…
Obviamente, y sin basarnos en confirmaciones oficiales, lo más probable es que los enemigos de esta nueva saga sean los Forerunners, místicos creadores de la tecnología de Halo que fueron destruidos por su propia creación. Sin entrar en más detalles para evitar spoilers, el final de Halo 3 también concretaba en la llegada a una civilización Forerunner, por lo que es posible que estas criaturas aún estén vivas y tengan ganas de armar gresca.
Este nuevo enemigo es un mal común para todo el universo, de modo que, ¿podríamos ver una alianza entre Covenant y humanos para combatir al nuevo enemigo? Los Elite ya desertaron de su ejército para unirse a las filas del Jefe Maestro, y una vez eliminados los Profetas es probable que los Covenant ya no sean tan meapilas con su religión. Sería curioso luchar junto a Grunts en un nuevo campo de batalla.
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